Me acuerdo que cuando llegué a Canarias recién salido de teniente, escribí unas letras que treinta años después, por lo que recuerdo y como siento ahora creo que no han perdido vigencia. Entonces escribía que las personas somos actores de teatro, que en función de los distintos escenarios de la vida nos comportamos de maneras distintas y diferentes. No es lo mismo el comportamiento ante nuestros hijos, nuestros amigos, en nuestro entorno de trabajo o en reuniones familiares.
La persona que gozara del equilibrio interior, para no tener en cuenta los condicionantes exteriores y ser siempre el mismo tendría una personalidad única que muy pocas personas consiguen.
La vida es tan bonita, que te vas dando cuenta que aunque a lo largo de tu vida seas muchas veces tu mismo, los escenarios son interminables y las obras de teatro nunca se acaban.
Ayer hubo elecciones en España y tras haber vivido unas cuantas, te percatas que si a nivel personal las situaciones son cambiantes a nivel nacional son inimaginables. La irrupción de partidos como podemos y ciudadanos van a aportar una frescura a un país acomodado, que por mucho que digan los analistas políticos, nadie sabe en que va a desembocar.
¿ Por qué digo esto?. Porque la mejor forma que se pueden afrontar los escenarios inimaginables, y que es lo que he aprendido a lo largo de estos treinta años es siendo tu mismo, y si esto no fuera posible, porque no somos ninguno de esos privilegiados que he mencionado anteriormente, tendremos que procurar ser justos, porque como alguien dijo alguna vez : " Es mas fácil ser bueno que ser justo "
Como decía Martin Luther King debemos buscar el equilibrio que conjugue la dureza de la mente con la bondad del corazón y solamente así estaremos preparados ante los nuevos retos que se avecinan.
